Hoy voy a hablar sobre fortalezas, y sobre porqué es útil saber si has convertido un talento en fortaleza o no.
Para abordar qué es una fortaleza y elaborar este post he acudido a dos fuentes: el libro Ahora Descubra sus Fortalezas que puedes leer íntegro on line en el link y el taller sobre el tema que facilité el pasado 27 de noviembre para Emprenedors En Marxa.
La gracia no está sólo en que es más fácil y se hace más eficiente el resultado de lo que hacemos cuando actuamos desde nuestras fortalezas. La gracia (desde mi punto de vista) está sobre todo en que nos proporciona alegría.
En la presentación que hay al final, puedes ver un breve resumen de ese libro basado en más de 2 millones de entrevistas. Y aunque desde el 2001 que lo editaron ha llovido, y ya hay actualizaciones, sigue siendo un punto de partida muy válido.
Identificar nuestros talentos no siempre es tan obvio. Claro que al ser nuestros se están mostrando en nuestro actuar continuamente. Pero eso no implica que nos demos cuenta ¿cierto?. Bueno, tú quizá sí los conoces bien, pero ya verás si preguntas un poco por ahí, que no es tan normal reconocerlos a la primera.
Y hay una buena noticia: todos tenemos talentos.
Es así porque son consecuencia directa de cómo se organizan nuestras neuronas en los primeros 3 años de vida.
Pararse a pensar en qué cosas hago fácilmente y bien de forma natural, sin esfuerzo, es la pista. Otra opción es preguntar a los amigos y familiares: ¿tú, qué crees que hago especialemente bien?. También puedes descubrirlos preguntándote qué de lo que has aprendido, ha sido rápido o con un avance especialmente fuerte.
Ahora bien, una vez identificado el talento, eso no lo convierte en fortaleza. El hecho de que yo cante muy bien no lo convierte en fortaleza. Pero si a mi buen oído y buena voz le sumo:
– Técnicas de canto (conocimientos)
– Conciertos, aunque sea en casa, para los amigos (práctica y por tanto desarrollo de habilidades)
puedo convertir ese talento en una fortaleza. Cuando me ofrezco al mundo profesionalmente bajo una fortaleza, las probabilidades que lo haga continuamente bien o muy bien, sin un gran esfuerzo añadido y que además disfrute mucho con ello son muuuuy altas.
La ecuación es: Fotaleza = Talento + Conocimiento + Habilidades.
Aquí inserto una breve presentación sobre el tema basada en ese libro:
En el libro que comentaba al principio de este artículo se incluye un test encaminado justamente a identificar los 5 talentos dominantes de la persona. Cuando yo lo hice, , hace ya de eso un tiempo, no le dí más importancia. Pero ahora, 3 años después de trabajar en esta consultoría, veo que en los 5 he hecho una evolución, y se cumplen las tres consecuencias respecto de ellos: aprendo con facilidad, lo hago bien y me lo paso genial.
Es tu turno, ¿Trabajas desde tus fortalezas?, tanto si es que sí, como si es que no, me encantará leer lo que eso te proporciona.
Finalmente: Si te gustó, sería genial que lo quisieras compartir en tus redes sociales, 🙂
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Hasta pronto, ¡mil gracias por estar en mi entorno!
2 Comments
Una de mis fortalezas, descubierta en la edad adulta, es hablar en público. Me ha ayudado darme cuenta de que no me da vergüenza ni temo hablar en público, me expreso con bastante soltura por ser que no he recibido ningún entrenamiento para ello, salgo a charlar sin papel, des de las entrañas, apasionada por lo que cuento…y no me di cuenta hasta casi los 30! Saberlo me ayuda a exprimirlo al máximo!
Qué genial Helena. Una de las mías, de la que ahora soy consciente es el interés genuino por la evolución de las personas. Aplicar ese talento con una cierta estructura y la práctica, me permite que lo que más me encanta de mi trabajo sean las sesiones, y supongo que por ello, también los clientes suelen acabarlas casi siempre con sensación de claridad, bienestar y alegría.