Cuando estás empezando a trabajar de forma efectiva con clientes, es decir, cobrando por ello y queriendo sí o sí tener el dinero suficiente para tus cosas, (me refiero a que el “periodo de prueba” ya lo has acabado) vienen algunos temas que quizá no has querido o podido estudiar, digamos, con una cierta profundidad.
Es muy fácil que al principio de hacer masajes, o terapias, o cursos de lo que sea que sabes hacer, ofrecer tus servicios de cuenta cuentos, de atención a las personas mayores, de alquiler de salas en el local que estás gestionando, etc, lo hagas un poco por encima, cobrando y pagando pero sin entrar en el camino “legal y fiscal” que los demás sí hacen.
Y claro, resulta que vas creciendo un poco, te llaman de alguna empresa, quieres ofrecer tus enseñanzas a un Ayuntamiento, centro cívico o similar, te invitan como ponente a algún Congreso, etc y ves que necesitas ahora sí hacer “los papeles” de tu actividad.
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Confusiones respecto a las Asociaciones
Depende de la legalidad que haya en tu país, este artículo puede o no ser útil. Lo voy a encarar desde la que hay en España a día de hoy.
Entonces, es muy posible que te plantees si empezar como una Asociación porque parece que es más barato a nivel de impuestos. Y querría aclarar algunas cositas al respecto:
No tengo que pagar autónomos
Ojo. Si ofreces los servicios desde una asociación, el dinero que se recibe es de ella, no tuyo. Para que puedas sacarlo y llevarlo a tu bolsillo o a tu banco tendrías que hacer una factura.
¿Me tengo que dar de alta en autónomos para hacer esa factura?
Hay bastante controversia al respecto, pero te dejo link a un post que lo ha analizado un poco y te puede servir.
No tendré que pagar IVA
Ojo, eso no depende de si eres o no una asociación. Eso depende de la actividad que ejerces y también de a quién le vendes tu producto o servicio. Lo único seguro que en estos momentos no tiene IVA son las cuotas de los y las socias.
No hay que hacer contabilidad
De nuevo eso lo cuestionamos.
- Primero: contabilidad hay que hacer siempre. Los números son tus amigos y conocerlos te da luz, te da realidad, te permite tomar decisiones. Otra cosa es que puedas hacer una contabilidad sencilla con hojas de cálculo por ejemplo.
- Segundo: tienes que tener tu libro de actas, de socios, de ingresos y gastos, y de inversiones. Otra cosa es que no estés obligado a presentarlo en ningún lugar (si no te lo piden) como desde luego es el caso si fueras una sociedad o una asociación declarada de utilidad pública, por ejemplo.
- Tercero: Quizá te parezca una cifra astronómica, pero… si facturas más de 50.000€ tienes que llevar contabilidad completa con lo que eso implica y presentar Impuesto de Sociedades.
Formas jurídicas, Alternativas a una asociación
Lo más sano para tu empresa es que la forma jurídica que uses sea la que de verdad más se acerca a lo que realmente haces.
– Si tú tomas todas las decisiones y asumes todos los riesgos, lo suyo es ser autónoma o autónomo.
– Si tienes socios, compartís las decisiones y los riesgos, y lo que queréis es hacer bien vuestro trabajo y ganar dinero, lo mejor es una sociedad limitada o alguna de las de ese rango.
– Si vas a trabajar en cooperación con otros, las decisiones son entre todos y los riesgos también, y lo que queréis es crear vuestro puesto de trabajo lo que conviene es una cooperativa de las especialmente protegidas, y si vuestra actividad es social, han nacido las cooperativas de iniciativa social que además de las ventajas de las anteriores pueden tener voluntariado entre otras cosas.
– Si realmente ofreces una actividad social sin ánimo de lucro, entonces es una asociación que, o te contratará o a la que facturarás por tus servicios.
¿Me saldrán los números?
Bueno, eso depende de muchas cosas que aquí no abordaré.
Esto es todo por ahora!
Te agradezco mucho que estés aquí.